martes, 8 de marzo de 2011

Etapa 3: Lenguas Indigenas -investigación sobre leyendas, mitos, historias, canciones o cuentos de origen indígena-


Esta es una pequeña recopilación de diferentes mitos
“Época Prehispánica”

“Mitos”

“Los Primeros Dioses”

Los mas antiguos mexicanos creían en un dios llamado Tonacatecuhtli, quien tuvo cuatro hijos con su mujer Tonacacihuatl.

El mayor nació todo colorado y lo llamaron Tlantlauhqui. El segundo nació negro y lo llamaron Tezcatlipoca. El tercero fue Quetzalcóatl.

El mas pequeño nació sin carne, con los puros huesos, y así permaneció durante seis siglos. Como era zurdo lo llamaron Huitzilopochtli. Los mexicanos lo consideraron su dios principal por ser el dios de la guerra.

Según nuestros antepasados, después de seiscientos años de su nacimiento, estos cuatro dioses se reunieron para determinar lo que debían hacer.

Acordaron crear el fuego y medio sol, pero como estaba incompleto no relumbraba mucho. Luego crearon a un hombre y a una mujer y los mandaron a labrar la tierra. A ella también le ordenaron hilar y tejer, y le dieron algunos granos de maíz para que con ellos pudiera adivinar y curar.

De este hombre y esta mujer nacieron los macehuales, que fueron la gente trabajadora del pueblo.

Los dioses también hicieron los días y los repartieron en dieciocho meses de veinte días cada uno. De ese modo el año tenía trescientos sesenta días.

Después de los días formaron el infierno, los cielos y el agua. En el agua dieron vida a un caimán y de él hicieron la tierra. Entonces crearon al dios y a la diosa del agua, para que enviaran a la tierra las lluvias buenas y malas.

Y así fue como dicen que los dioses hicieron la vida.


Mitología Azteca.


“Huaxtecapan”

Garra de Jaguar se reunió con sus compañeros del Calmécac a esperar las noticias de una próxima expedición bélica, cuyo propósito era reprimir a los incontrolables pueblo en la región costeña, la Huaxtecapan, que habían aprovechado la muerte del tlatoani Ahuízotl para tratar de liberarse del dominio de México-Tenochtitlan.

El joven, que había nacido bajo la trecena de los grandes guerreros, esperaba con ansiedad las fiestas de entronización de Moctezuma Xocoyotzin, que ocurrirían en ese año 10 Conejo. Su padre y su abuelo, de noble linaje, emparentados con la casa gobernante desde los tiempos del primer señor Acamapichtli, por su arrojo y su valor habían sido investidos con las insignias de los guerreros-jaguar; todos recordaban sus atrevidas actuaciones durante diversas batallas, cuando sin temor a la muerte habían desarmado en plena lucha a varios enemigos para conducirlos más tarde hasta la capital de Huitzilopochtli, donde se destinarían a la gran festividad de esa deidad.

Llegaba la hora en que el aprendizaje del joven rendiría frutos; aquellas largas caminatas para endurecer los músculos, el hábil manejo de la espalda con filos de obsidiana, de la lanza y el escudo, le ayudarían  ahora a triunfar en la futura expedición que se decía caería por sorpresa en varios pueblos del mundo huasteco.

Llegado el tiempo de secas, cuando los sacerdotes encontraron en la ruta de los astros los signos propicios, se emprendió la marcha. Garra de Jaguar formaba parte del grupo de los jóvenes guerreros del Calmécac, algunos de los cuales ya habían capturado un prisionero y por ello lucían orgullosos su cabello cortado, el que ataban con una cinta de color rojo. Adelante, caminaban los guerreros más experimentaos, quienes se encargarían  de dirigir la empresa, indicando las tácticas y los movimientos de ataque.

Al llegar a las tierras del señor Texcoco se les unieron considerables contingentes de guerreros acolhuas, así como muchos otros aliados  que participarían en la expedición. La ruta se había marcado con anterioridad, y sería la misma que en tiempos de paz recorrían los pochtecas o comerciantes, conocedores de todos los vericuetos de aquel camino que debería cruzar la cadena de altas montañas para después bajar hacia la llanura costera, donde el calor y la temperatura eran sofocantes.

Algunos de los guerreros más viejos recordaban los tiempos del legendario tlatoani Moctezuma  Ilhuicamina; pues había sido en su época cuando los mexicas y sus aliados, los acolhuas de Texcoco y los tepanecas de Tacuba, emprendieron por vez primera, a mediados del siglo XV, la conquista del mundo costeño; fue entonces cuando conquistaron Tzicuhac, obligando a los poblados huastecos a pagar tributo y permitir el comercio con la gente del Altiplano. Aquellos pueblos y sus vecinos, los totonacos, aprendieron la dura lección que las armas mexicas impusieron en sus tierras.

Más tarde, Axayácatl, el nieto del gran Moctezuma, para celebrar su elevación al trono de Tenochtitlan, llevó el triunfo de las armas mexicas por toda la Huasteca; sus ejércitos conquistaron Tzapotitlan, Micquetlan, Tampatel, Tamomox y, especialmente Tochpan; impuso fuertes tributos e inició la construcción de sitios fortificados a lo largo de las rutas de comunicación, para prevenir futuros levantamientos contra el dominio mexica, como lo fueron Cuauhtochco y Teayo.

Con la muerte de Axayácatl se inició el reinado de Tízoc, durante el cual se llevaron a cabo nuevas expediciones para reconquistar algunos pueblos y dominar por primera vez otras localidades; así se sometieron a Meztitlan, aliado de los hustecos, y Tamapachco, en el año 7 Conejo.

El padre de Garra de Jaguar alardeaba siempre de haber sido unos de los generales más destacados cuando Ahuízotl, antecesor de Moctezuma Xocoyotzin, emprendió nuevamente la conquista de las tierras huastecas. Se capturó gente de Tziuhcuac, Mollanco y Zapotlán, siendo entonces cuando la orgullosa Huejutla se rindió ante la ferocidad de sus conquistadores. Estos recuerdos encendían el ánimo del joven, ya que sus hazañas serian recordadas por sus descendientes, quienes le cantarían en las celebraciones de conquista.

Después de la dura marcha, el momento esperado se acercaba, los corazones de aquellos jóvenes latían aceleradamente. Después todos vieron con admiración como Garra de Jaguar se enfrentaba cuerpo a cuerpo con un guerrero huasteco que se distinguía por su curiosa deformación craneana y que lucia amenazadoramente aros colgantes en la nariz. Ambos contendientes sabían que su destino estaba ahí, en el campo de batalla, sólo uno saldría victorioso.



“Dioses de la Muerte”

El reino de los muertos o inframundo, conocido comúnmente como Mictlan, era gobernado por el “Señor del Inframundo”, Mictlantecuhtli, y por la esposa de este, Mictecacihuatl, los “Infiernos”, el Chignauhmictlan. Pero aparte de estas deidades, existían otros dioses y diosas que poblaban las regiones del Mictlan y que casi siempre encontramos por parejas. Una de ellas es Ixpuzteque, “El que tiene el pie roto”y su esposa Micapetlacalli, “Caja de muerto”. Por último conocemos el nombre de Tzontemoc, “El que cayo de cabeza”, y su esposa es Chalmecacihuatl, “La sacrificadora” .

Mictlantecuhtli y Mictecacihuatl eran la pareja más importante de las regiones del inframundo y habitan la más profunda de ellas, a donde llegan los hombres a descansar, no sin antes entregar a las deidades presentes valiosos.

Mictlantecuhtli aparece con el cuerpo cubierto de huesos humanos y un cráneo a manera de mascara, con los cabellos negros, encrespados y decorados con ojos estelares, puesto que habita en la región de la oscuridad completa. Adornan su cabeza unas rosetas de papel de las que salen conos, uno sobre la frente y otro en la nuca. Sus animales asociados son el murciélago, la araña y el búho (tecolotl).

Etapa 3: Lenguas Indigenas -investigación sobre leyendas, mitos, historias, canciones o cuentos de origen indígena-


HUASTECOS DE TAMAULIPAS

Nombre del grupo étnico
Huastecos de Tamaulipas
El término Huasteca se deriva de la palabra náhuatl Huaxteco o Cuexteco que fue tomado de uno de sus guías según lo relata el fraile Sahagún porque éste se llamaba Cuextécatl, también le decían Pantalán o Ponotlan.
Localización
Su ubicación comprende los Estados de: Tamaulipas, Hidalgo, parte de San Luis Potosí, Querétaro, Norte y Centro de Veracruz y el Este de Puebla, el territorio que ocupó la cultura huasteca comprende desde el río Soto la Marina hasta el río Cazones que es una región montañosa que pertenece al sistema de la Sierra Madre Oriental y otra región llana y baja que llega hasta la costa.
Número de habitantes
EXTENSIÓN : 78, 932 km cuadrados, 4.0% del territorio nacional

POBLACIÓN: 2, 249 581 habitantes, 2.8% del país (1990)
Lengua
INFLUENCIAS CULTURALES: Totonaca y náhuatl
Tipo de vestimenta
Vestido de manta, acostumbraban a deformarse la cabeza y limarse los dientes. Pintaban su cabello de diferentes colores y tatuaban su cuerpo. Usaban brazaletes y adornos de plumas.
Características físicas (clima, hidrografía, relieve, flora y
fauna)
LITORALES: Posee 240 km de litorales que van desde el río Bravo hasta el Pánuco; sus costas son bajas y arenosas con pequeños montículos llamados médanos; las corrientes que desembocan forman albúferas, lagunas donde se mezclan aguas dulces y saladas, o barras de material arenoso acumulado por la lentitud de sus corrientes; sobresalen las lagunas Madre, Almagre, Morales, San Andrés y las barras de Ostiones, San Vicente y Soto La Marina.
FLORA: En las sierras: bosques de pino y encino; en las llanuras: cactus, mezquite, órgano, gobernadora, damiana, pastizales y yucas; en La Huasteca: helechos arborescentes, plantas trepadoras, orquídeas y bromeliáceas; en la costa: mangle, tule, pastizales; en la llanura costera; palo brasil o mahuacata.
FAUNA: En las sierras: venado cola blanca, gato montés, leoncillo, jaguar, cojolite, tlocofaisán; en la llanura y costa: puma, gato montés, ocelote, zorrillo espalda blanca, comadreja, martucha, tejón, mapache, castor, paloma morada, grulla, codorniz, chachalaca y pato enmascarado.
Servicios públicos (luz, agua, escuelas, hospitales, etcétera)
Durante el siglo XIX la población tuvo un crecimiento constante, convirtiéndose los indígenas en el grupo mayoritario de la zona. Los huastecos participaron activamente en la guerra de independencia, aunque tuvo un carácter localista, por pueblos y ranchos, sin aglutinar a un gran conglomerado de inconformes. El movimiento insurgente significó para los huastecos el mecanismo para protestar por los agravios de los españoles, centrándose la lucha en el ataque contra los representantes del gobierno español y sus bienes. Sin presentar un frente formal, los insurgentes formaron pequeñas rancherías rebeldes en zonas inaccesibles.
Características económicas
(productos)
Para los indígenas, el control del espacio comunal tiene un sentido de apropiación que va más allá de la propiedad de los recursos y del suelo, ya que en su seno se reproduce la cultura, la organización sociopolítica, las relaciones de parentesco y la identidad.
A fines del XVIII se producía en la Huasteca: maíz, fríjol, caña de azúcar, algodón y pimienta negra; pequeñas cantidades de cacahuate (maní), chile y diversas artesanías, además de ganado vacuno, caballar, mular y porcino. Los principales puntos de comercialización eran: Tamaulipas, San Luis Potosí, Veracruz, Puebla y México.
Características políticas (gobernantes, seguridad, representantes ante el gobierno)
Después de consumada la independencia, los indígenas se enfrentaron a las nuevas leyes agrarias y a la promulgación de una serie de decretos que plantearon la división y repartición de la tierra comunal y a la expedición de las leyes de desamortización de bienes corporativos. De nuevo la defensa de sus tierras implicó la aparición de numerosas rebeliones, como la de 1836-1838, encabezada por Mariano Olarte. A fines de 1844 y principios de 1845 hubo nuevos movimientos de insurrección. Durante la intervención francesa, entre 1862 y 1865, la mayor parte de la Huasteca estuvo ocupada por las fuerzas republicanas leales a Juárez. En general, los últimos 23 años del siglo XIX y los primeros 10 del XX se caracterizaron por luchas campesinas simultáneas en muchos puntos de la Huasteca.
Conocimientos empíricos (herbolaria)
Meade, que se dedicó al estudio de la cultura Huasteca, localizó 172 zonas arqueológicas de este grupo prehispánico. En diversos municipios de Tamaulipas se encuentran vestigios y huellas del pueblo Huasteco, particularmente en las municipales del sur. Por ejemplo en Tula se halla la pirámide de la Laguna, en Tampico destaca Tancol y sobre todo las Flores (historia de un sitio arqueológico de la Huasteca Tamaulipeca, cuyo autor es el Arqueólogo Gustavo Ramírez Castila), donde se encuentran objetos de cerámicas, esculturas, tumbas y un edificio con escalinatas, en Altamira se localiza las pirámides de la palma, en Mante la zona de Tanxilab y en Ocampo el sito la Alberca.
Veneraban al sol, al fuego, a la lluvia al viento y la muerte. Además reconocían diversas deidades, casi todas femenina; pero la consagraban a la fecundidad, Ix Cuinan, era las mas extendida y popular, al agrado después de los Mexicas del Centro de México también le rindieron culto bajo el nombre de Tlazoltéotl.
RESTOS ARQUEOLÓGICOS Y FÓSILES: Navajas, machacadoras, lasqueados y raspadores, restos de caballo fosilizados en La Cueva del Diablo y en la sierra de Tamaulipas, de 12 000 a.C. y puntas Plainview, de 7 000 a 5 000 a.C.
Artesanías
Trabajaban muy bien la cerámica -principalmente aquellos dibujos café oscuro sobre fondo de crema- y fueron grandes escultores, la elaboración de tejidos de algodón,  
Sus esculturas fueron notables y entre ellas destaca el adolescente huasteco, diversos frisos, estelas y yugos. Algunos códices y el mural de Taquín (San Luis Potosí) revelan su arte pictórico.
Productos de cestería y talabartería en la sierra de San Carlos; productos de gamuza, sillas de montar y artículos de ixtle, lechuguilla y henequén en la sierra del Suroeste; hierro forjado, vidrio soplado y muebles de madera y palma en la frontera.
Mito y/o leyendas
En el principio existieron dos niños que eran ni más ni menos que el Sol y la Luna. Una viejita que pescaba en el río con ayate los encontró y al recogerlos murmuró:
-Ahora ya tengo a mis hijos- Y se alegró mucho. Los niños crecieron muy traviesos, y llegó un buen día en que le preguntaron a la viejita por sus padres.
--¿En dónde están nuestros papás? Queremos conocerlos.
La viejita les contestó:
--El padre de ustedes no está aquí: vive en el monte.
Y entonces aprovechó para preguntarles si querían llevarle algo de comer, y así lo podrían conocer. Ellos le contestaron:
--Sí, vamos a ir, porque realmente lo queremos conocer.
Y la ancianita preparó la comida, y les indicó a qué lugar la llevarían. Y entonces fueron a llevarla, pero por más que buscaron, no encontraron a su padre, sino a un venado. Y se dijeron:
--Este venado no puede ser nuestro padre. Inmediatamente mataron al venado, y lo cargaron llevándolo hacia un gran cerro donde sabían que había una hechicera, que custodiaba el fuego de todo el mundo.
Y cuando los niños llegaron donde estaba la hechicera, le pidieron fuego para cocinar una barbacoa de venado.
Pero la mujer no quiso darles nada, porque pensaba que iban a quemar el monte.

--Y entonces, los niños (que eran el Sol y la Luna) le pidieron al tlacuache que él fuera con la hechicera, a conseguir el fuego que el Sol y la Luna tanto anhelaban. Y el tlacuache se metió al río y de inmediato, todavía mojado, se presentó con la hechicera. Humildemente, titiritando, le dijo: --Madrecita, tengo frío. Hazme un lugarcito junto a tu lumbre para calentarme. Y la hechicera le creyó. Y el tlacuache aprovechó un descuido y metió la cola en la lumbre. Así obtuvo el fuego para que el Sol y la Luna pudieran hornear el venado y comérselo en barbacoa. Desde entonces el tlacuache no tiene pelos en la punta de su cola.
Otros datos interesantes
MÚSICA POPULAR: Huapangos en La Huasteca; polkas, redovas y chotises en la frontera; danza de la picota en la sierra de San Carlos.
Palabras en Náhuatl
Teccistli = Caracol
Cipactli = lagarto
Ocelotl = Jaguar
Tecolotl = Tecolote
Mazatl = Venado
Tlakwatsin = Tlacuache
Cuitlacoche = Huitacloche
Kokone = Niño
Palabras en Náhuatl



Teccistli Cipactli Ocelotl Tecolotl
 
 

Mazatl Tlakwatsin Cuitlacoche Kokone
Museos

Leyenda en náhuatl ( Tlakwatsin)
Leyenda en español (El tlacuache)
Katkan omeme kichkokone iipan axtopalistli katlewa, ooyake tonalli wan un mestli in kokone ookonmintlakalke iipan weyi aatl ika okintlakake sanno iintawaan para aamimikiskian pampa xkimintlasotlayan. Wan se lamatsin akin tlatlamaya ika se ayatl ipan weyi aatl yewa ookimintilan un kokone. Wan okito:
--Ye nikimpia nokonewaan --wan mela oopak.
Wan un kokone oweiyake wan mela tlayelte katkan. Wan ooasik se tonalli ika ookitlatoltike un lamatsin, okitoke:
--¿Kan onka te totawaan? Tewame tiknekin tikimixmatiske.
Wan un lamatsin okinminankili
--Anmota de nanwame xnikan nemi, yewa nemi iipan tepeetl
Wan yewa umpa ookimilli deke xkinekin koonkawiliske iitlakwal wan umpa nankixmatiske.
Yewame atla nankilike:
--Keema tiaske pampa mela tikixmatisnekin
Wan un lamatsin ookekchiw un tlakwalli wan okwikilike iintah.
Wan un telpokame ooyake wan tlinon te xookinextike umpa un tlakatl.
Tlinon umpa ookinextiton se masatl wan no illike in xwel yes tota.
Wan niman ookimiktike un masatl wan ookimamake wan ookwikake iipan se tepeetl weyi kan yewame kimatiayan iika umpa katka se nawalli akiin nomatia iika yewa kiyewa un tlitl de nochi tlaltikpaktli.
Wan kwak ooasike kan katka un nawalli ookitlatlanilike tlitl para kikxitiskian un masatl para kikwaskian iipan chito pero un siwatl xookimimak pampa yewa kinemiliaya iika yawame kitlatiskian un tepeetl.
--TI n omeme kichkokone (in tonalli wan in mestli) oonokitskike de un tlakwatsin para yewa ookitlatlanito un tlitl ne kan un kalli, pampa yewame mela kinekian. Un tlakwatsin ookalak iitik weyi aatl wan oonopatso, wan niman oonopanexti ne kan un nawalsiwatl wan oonoknotekak kwekwetlakatiaya wan okilli: --Nantsintli, nisekwi xnechmaka se campito iitech matliw para ma nimototoni. Wan un siwanawalli ookitlanektokitli. Wan un tlakwatsin oonopakti un nekawalistli wan ookikalakti iikwitlapil iipan tlitl. Wan yewaika okipix un tlitl para iika un tonalli wan mestli weliskian kikxitiskian un masatl. Wan kikwaske de chito. Yewaika un tlakwatsin xkipia iitomio iipan iipunta de iikwitlapil.
En el principio existieron dos niños que eran ni más ni menos que el Sol y la Luna. Una viejita que pescaba en el río con ayate los encontró y al recogerlos murmuró:
--Ahora ya tengo a mis hijos-- Y se alegró mucho.
Los niños crecieron muy traviesos, y llegó un buen día en que le preguntaron a la viejita por sus padres.
 
--¿En dónde están nuestros papás? Queremos conocerlos.
La viejita les contestó:
--El padre de ustedes no está aquí: vive en el monte.
Y entonces aprovechó para preguntarles si querían llevarle algo de comer, y así lo podrían conocer. Ellos le contestaron:
--Sí, vamos a ir, porque realmente lo queremos conocer.
Y la ancianita preparó la comida, y les indicó a qué lugar la llevarían. Y entonces fueron a llevarla, pero por más que buscaron, no encontraron a su padre, sino a un venado. Y se dijeron:
 
--Este venado no puede ser nuestro padre.
Inmediatamente mataron al venado, y lo cargaron llevándolo hacia un gran cerro donde sabían que había una hechicera, que custodiaba el fuego de todo el mundo.
Y cuando los niños llegaron donde estaba la hechicera, le pidieron fuego para cocinar una barbacoa de venado.
Pero la mujer no quiso darles nada, porque pensaba que iban a quemar el monte.
--Y entonces, los niños (que eran el Sol y la Luna) le pidieron al tlacuache que él fuera con la hechicera, a conseguir el fuego que el Sol y la Luna tanto anhelaban. Y el tlacuache se metió al río y de inmediato, todavía mojado, se presentó con la hechicera. Humildemente, titiritando, le dijo: --Madrecita, tengo frío. Hazme un lugarcito junto a tu lumbre para calentarme. Y la hechicera le creyó. Y el tlacuache aprovechó un descuido y metió la cola en la lumbre. Así obtuvo el fuego para que el Sol y la Luna pudieran hornear el venado y comérselo en barbacoa. Desde entonces el tlacuache no tiene pelos en la punta de su cola.
 

Etapa 3: Lenguas Indigenas -investigación sobre leyendas, mitos, historias, canciones o cuentos de origen indígena-


Estado de Tamaulipas

Grupos étnicos
De acuerdo a los datos del XII Censo General de Población y Vivienda del 2000 del Estado de Tamaulipas elaborado por el INEGI, en el Estado de Tamaulipas la presencia de grupos indígenas no es muy significativa dado que la población indígena en el estado es de 17,118 hablantes y únicamente representan el 0.71 por ciento del total de la población de 5 años y mas del estado.
A nivel municipal existen 6 municipios en que la presencia indígena es mayor al uno por ciento de su población pero no mayor del 3 por ciento, también es importante mencionar que en 3 municipios de este estado  no cuentan con presencia indígena.
En el estado de Tamaulipas se hablan más de 50 distintas lenguas indígenas, las principales lenguas que se hablan en el estado  son: el Huasteco el cual lo hablan alrededor de 4 mil indígenas, el Náhuatl con una población de 8,400 hablantes, el Totonaca con un total de 1,321 hablantes, el Mazahua con una población de 467 hablantes, el Zapoteco con 432 indígenas y el Maya con 200 hablantes
De acuerdo a los resultados que presento el II Conteo de Población y Vivienda en el 2005, en el estado habitan un total de 20,221 personas que hablan alguna
lengua indígena.